Hemorroides y embarazo: todo lo que debes saber

La principal explicación de las hemorroides en el embarazo la encontramos en el incremento de la presión que el bebé ejerce sobre la pelvis.

A medida que tu bebé crece, tu útero lo hace con él. Este crecimiento provoca una presión cada vez más fuerte sobre las venas del recto y el ano, que se inflaman y pueden llegar a doler.

A esto hay que añadirle el aumento de progesterona, una hormona que relaja las paredes de las venas haciéndolas más propensas a la hinchazón.

Además, debemos tener en cuenta que durante el embarazo el volumen de sangre aumenta de un 30% a un 50% para garantizar que tu bebé esté bien oxigenado y tenga un suministro adecuado de nutrientes.

En consecuencia, tus venas se agrandan, algo que contribuye a la aparición de hemorroides en el embarazo.

Otras causas que influyen en la aparición de las hemorroides durante el embarazo son:

• El estreñimiento (causado por la presión del útero contra el intestino o el consumo de suplementos de hierro durante la gestación)
• Permanecer sentada o de pie por largos periodos de tiempo
• Cargar peso en exceso.

Es más frecuente que las hemorroides en el embarazo aparezcan en el tercer trimestre, alrededor de la semana 28.

Es entonces cuando el útero adquiere un tamaño mayor, ocupando toda la cavidad abdominal y ejerciendo una mayor presión sobre las venas.

Si en tu caso has sufrido hemorroides antes de tu embarazo o en gestaciones previas, es más probable que aparezcan antes, durante las primeras semanas.

También pueden hacer acto de presencia inmediatamente después del trabajo de parto. Piensa que, durante los pujos, nuestra musculatura abdominal y pélvica realiza un esfuerzo titánico para lograr el expulsivo.

Esta fase de presión prolongada puede provocar que las hemorroides empeoren o que salgan a la luz si te habías librado de ellas hasta entonces.

Si tienes sospechas, pero no tienes claro si tienes hemorroides, te damos unas pistas para confirmarlo:

• Sientes picor o dolor alrededor del ano.
• Acabas de ir al baño, pero todavía sientes necesidad de hacer caca.
• Ves sangre en el papel higiénico o en la taza del inodoro tras ir al baño (a veces esta es la única forma de saber que existen hemorroides internas).
• Notas una secreción de mucosidad después de hacer caca.
• Notas protuberancias en la zona exterior del ano (en este caso serán hemorroides externas).

Si tienes dudas, busca un espejo y echa un vistazo. No son una imagen para el recuerdo, pero la salud manda, ¿cierto?

Si, aun habiendo hecho estas comprobaciones, continúas dudando, coméntaselo a tu matrona en la próxima visita para que te eche un vistazo.

No tengas vergüenza por ello. Ya sabes que es muy común sufrir hemorroides en el embarazo y las matronas están más que acostumbradas a tratar con ellas. 

Como hemos visto, 1 de cada 4 mujeres sufren de hemorroides durante la gestación y, probablemente tú, que estás leyendo este post, eres una de ellas.

Pero, hay una buena noticia. Y es que las hemorroides en el embarazo no son perjudiciales para tu salud ni para la de tu bebé y, habitualmente, son un problema a corto plazo.

Por lo general, la mayoría de las hemorroides desaparecen por sí solas después del parto en unas pocas semanas, aunque algunas pueden persistir durante meses.

Sí que es conveniente que, si durante cualquier momento del embarazo notas un dolor repentino en la zona de las hemorroides o un sangrado fuera de lo normal, acudas al hospital por urgencias para que te revisen. Es poco frecuente, pero existe posibilidad de una trombosis hemorroidal, que debe ser tratada.

Ya sabes que hay varias causas detrás de las hemorroides en el embarazo y, aunque la mayoría son inevitables —tu bebé debe de crecer al igual que tu útero generando presión en tu pelvis y tus intestinos—, sí que hay algo que te ayudará a prevenir su aparición. Se trata de evitar el estreñimiento.

Recuerda que el estreñimiento puede agravar, e incluso causar, las hemorroides en el embarazo. Cuando las heces son duras, debes hacer un esfuerzo adicional para eliminarlas y esta presión excesiva sobre las venas en el área rectal contribuye a que se inflamen.

Para librarte del estreñimiento, pon en práctica estos 10 consejos:

1. Empieza cada mañana con un vaso de agua y una cucharadita de semillas de lino (deben estar en remojo por lo menos 12 horas).
2. Mantente bien hidratada. De hecho, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria recomienda beber 2,3 litros de agua al día durante el embarazo. 
3. Aumenta el consumo de alimentos ricos en fibra en tu dieta diaria (aguacates, brócoli, alcachofa, col, avena, quinoa, lentejas, guisantes, nueces, ciruelas, kiwis o peras son buenas opciones).
4. No te aguantes las ganas de hacer caca y visita el baño tan pronto como sientas la necesidad.
5. Evita permanecer mucho rato sentada en el inodoro para no ejercer presión innecesaria y prolongada sobre el intestino y el recto. Sí, ya sabemos que este ratito a solas en el baño a veces es nuestro break en el día para relajarnos móvil en mano (sobre todo si hay hermanos mayores por casa). Pero mientras estés embarazada, tendrás que renunciar a este escondite. Utiliza tan solo el tiempo justo y necesario para evacuar o hacer pis.
6. No permanezcas sentada o de pie durante mucho tiempo. Por ejemplo, en el trabajo, intenta caminar unos minutos cada hora.
7. Si estás relajada en el sofá, hazlo recostada de lado para evitar la presión sobre las venas rectales. Asimismo, la postura más adecuada para dormir con hemorroides durante el embarazo es acostarte sobre tu lado izquierdo. De esta forma también contribuirás a que el oxígeno llegue mejor a la placenta.
8. Haz ejercicios Kegel a diario para fortalecer los músculos del suelo pélvico y ayudar a sostener el recto. Además, te ayudarán a mejorar la circulación de la zona y a preparar el periné para el parto.
9. Mantente activa y practica ejercicio regularmente. El simple hecho de salir a caminar todos los días ayuda a aumentar la circulación y mejorar la digestión. Tener un intestino perezoso no ayuda a plantar cara al estreñimiento. 
10. ¿Sabías que la mejor forma para ir al baño es en cuclillas? Para ello, utiliza un taburete de baño. Te permite recuperar la posición ergonómica y ayuda a un vaciado más eficiente previniendo el estreñimiento.

Si, a pesar de tu empeño, las hemorroides se han decidido a hacer acto de presencia durante tu dulce espera para agriarla un poquito, no desesperes. 

Existen formas para tratar y aliviar las hemorroides en el embarazo. Nosotras te las vamos a contar.

• Aplica en el ano aceites naturales con caléndula para aliviar la picazón, reducir la inflamación de las hemorroides en el embarazo y facilitar el paso de las heces.

• Asegúrate de secar el área después de cada baño porque el exceso de humedad puede causar irritación.

• En caso de hemorroides externas en el embarazo, puedes empujar suavemente la almorrana hacia el interior del ano para reducir la incomodidad y la congestión.

• Como consejo extra, puedes hacer baños de asiento en la zona varias veces al día con agua tibia agregando una cucharadita de nuestras sales del mar muerto. Te aseguramos que la experiencia es muy agradable y puedes convertirlo en un momento de mimos para ti.