Masaje perineal en el embarazo: cómo se hace y cuando empezar

Si estás embarazada, seguro que a éstas alturas ya habrás oído hablar del masaje perineal en el embarazo. ¿Cómo lo hago? ¿Cuándo empiezo?

Empecemos por lo más importante: el masaje perineal es sólo una de las partes de la preparación del suelo pélvico y debería hacerse siempre con el apoyo de un profesional cualificado.

Os recomendamos acudir a un fisio especializado en suelo pélvico para que os haga una valoración durante el embarazo y os ayude con un seguimiento adecuado durante el postparto para evitar complicaciones.

En este post, te contamos todo lo que tienes que saber sobre el suelo pélvico, el masaje perineal y que puedes hacer para evitar tanto la episiotomía como otras disfunciones de la zona perineal. ¡Empezamos!

El suelo pélvico o periné es el conjunto de músculos y ligamentos que soportan y sostienen los órganos pélvicos (la vejiga, la uretra, el útero, la vagina, el recto y el ano). ¿Pero por qué es tan importante? Porque aunque no seamos muy conscientes de ello, juego un papel crucial en funciones fisiológicas importantísimas

A pesar de ser tan importante, es un gran desconocido al que no prestamos mucha atención hasta que empieza a darnos problemas. ¿Sabes en qué funciones básicas participa?

• Sostén: mantiene los órganos pélvicos en la posición correcta

• Reproductiva: el suelo pélvico es “la última puerta” que cruza el bebé durante el parto, y es el responsable de ayudar al bebé a rotar la cabeza y del reflejo expulsivo que genera el deseo de expulsar.

• Continencia: es el responsable de la continencia urinaria y fecal

• Sexual: ya que un suelo pélvico tonificado es clave para una mejor calidad de las relaciones sexuales

No sorprende entonces, que el embarazo y el parto sean un gran reto para el suelo pélvico. 

El incremento de peso durante el embarazo ejerce una presión extra sobre la zona pélvica, que junto a una mayor elasticidad de los tejidos por cuestiones hormonales, debilitan la musculatura de la zona.

El parto lleva al límite toda la estructura.

Así que tanto el embarazo como el parto son el origen de muchas de las molestias más comunes como los prolapsos, la incontinencia o las disfunciones sexuales, sobre todo si no cuidamos nuestro suelo pélvico tanto antes como después del parto.

El masaje perineal es una técnica manual de estiramiento suave del suelo pélvico para preparar la musculatura y la piel que hay entre la vagina y el recto para el parto. El objetivo es reducir la incidencia de lesiones del suelo pélvico como los desgarros, las episiotomías u otras disfunciones como dolor pélvico postparto.

Además el masaje perineal ayuda a familiarizarse con la sensación de estiramiento de la zona perineal que se tendrá durante el parto (mejora la propiocepción), lo que puede ser muy útil durante la fase del expulsivo.

El masaje perineal tiene como beneficio principal que la piel que rodea el perineo sea más flexible durante el parto y la protege contra desgarros y episiotomías.

El masaje perineal, junto a otras técnicas de preparación del suelo pélvico, no solo ayudan en el momento del parto, sino que fomentan una recuperación postparto mucho más amable.

Desgranamos los beneficios principales del masaje perineal para ti:

• Aumenta la elasticidad del periné. 

• Favorece la circulación sanguínea de la zona, facilitando la relajación de esos músculos durante el parto.

• Potencia el autoconocimiento

• Reduce la incidencia de lesiones perineales como la episiotomía.

• Disminuye el dolor en esa zona tras el parto.

• No tienen efectos perjudiciales.

• Puedes realizarlo en solitario o hacerlo con tu pareja.

Se recomienda empezar entre las semanas 32 y 34 de embarazo, y hacerlo como mínimo 2 veces por semana (aunque puede hacerse a diario).

¡La constancia, como en todo entrenamiento muscular, es clave!

El masaje perineal se centra en la zona que hay entre la vagina y el esfínter anal, en el espacio del núcleo fibroso central del perineo.

Debe hacerse usando un lubricante o un aceite natural y incluye los siguientes pasos:

1. Introducir los dedos pulgares en la vagina 2-3 cm aproximadamente. Hacer una ligera presión hacia el ano.

2. Realizar un suave movimiento de balanceo con los dedos pulgares, como el de las agujas del reloj (desde las 9 hasta las 3 horarias, ida y vuelta).

3. Realizar una suave presión hacia el ano y hacia fuera al mismo tiempo, durante 2-3 minutos aproximadamente.

Todo el masaje debe oscilar entre los 5-10 minutos y debe realizarse 2 veces por semana hasta el parto.

Como os hemos comentado al principio, os recomendamos consultar con un profesional del suelo pélvico para hacer una valoración (esto es mejor hacerlo ya en el segundo trimestre) ya que además os podrá acompañar en el cuidado global del suelo pélvico, incluido el masaje perineal.

Os compartimos un video de En suelo firme, con trucos y consejos sobre dónde, cuándo y cómo hacerlo. Nadie mejor que un especialista para explicarnoslo:

Os dejamos unas cuantas cosas a tener en cuenta:

• Lávate las manos antes de iniciar el masaje.

• Intenta no tener las uñas excesivamente largas.

• Vacía la vejiga antes del masaje.

• Opta por tener un espejo a mano para comprobar que realizas bien el masaje.

• Encuentra un lugar cómodo: al borde de la cama, el bidet, en la bañera o de cuclillas son las mejores opciones para realizar el masaje.

• Puedes usar pads de frío calor para calentar y relajar la zona.

• Si te haces un automasaje, hay que usar los pulgares. Si lo hace otra persona, se utilizan los dedos índice o corazón.

• Lubrica los dedos antes de introducirlos en la vagina con aceite o lubricante.

• Realiza masajes de al menos entre 5 y 10 minutos, 2 días a la semana como mínimo.

• ¿Sola o en pareja?

Si os apetece a los dos, tu pareja puede participar en el masaje, mejorando así la intimidad; una asignatura generalmente pendiente en las últimas semanas de embarazo y los primeros meses del postparto.

Aunque realizar el masaje perineal no es una práctica compleja, hay productos que pueden ayudarte no solo en el proceso, sino también en el resultado.

Usar pads de calor para relajar la zona perineal, lubricante específico para evitar la fricción o un aceite natural para hidratar la piel, son los mejores aliados que puedes tener.

Tanto si te haces el masaje perineal tu mismo, como si te lo realiza tu pareja.

El aceite íntimo y perineal contiene una mezcla única de aceites naturales que ayudan a nutrir y proteger la piel más delicada en el momento que más lo necesita.

1. Este aceite es ideal para nutrir la piel del periné y realizar masajes regulares desde la semana 32 de embarazo hasta el parto .

2. Es vegano y contiene aceite de jojoba, argán, oliva, extracto de caléndula, centella asiática y manzanilla. 

A diferencia de los pads de gel, la arcilla ofrece una temperatura duradera y gradual.

1. Para el masaje perineal, usa su modo calor calentándolo fácilmente en el microondas durante 25 segundos.

2. Reparte la arcilla por el pad y comprueba si es tu temperatura deseada.

3. Si no llegas a la temperatura deseada, prueba con 5 segundos más.

4. Introdúcelo en su funda de algodón y cubre la zona perianal para relajarla.

5. Sin complicaciones, agradable y seguro.

El aceite es un importante hidratante, pero puedes completar tus esenciales para el masaje perineal con un lubricante a base de agua.

El kit de sexo postparto trae consigo un lubricante con ácido hialurónico, una molécula súperhidratante ideal para evitar la fricción en los masajes perineales y totalmente recomendada en las primeras relaciones sexuales postparto.

Existen situaciones en las que el masaje perineal está desaconsejado, por ello os recomendamos acudir a un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico antes de empezar. 

Una evaluación temprana por parte de un especialista nos ayudará, además, a prevenir otras disfunciones como ya os hemos comentado. Los motivos principales por los que deberíamos evitar el masaje perineal son:

• Si sufrimos varices vulvares

• Si sufrimos infecciones vaginales o urinarias

• Riesgo de parto prematuro

• Ante otras complicaciones del embarazo

Tener toda la información a mano es la mejor forma de evitar sorpresas desagradables, así que a continuación te contamos todo lo que necesitas saber sobre la episiotomía y otras lesiones perineales.

¿Sabías que la dilatación que sufre la musculatura de la vagina durante el parto, para dar paso a la cabeza del bebé, es el ejercicio de estiramiento más extremo que se le pide al cuerpo humano en un espacio de tiempo tan corto?

Por eso, el traumatismo perineal, ya sea natural (desgarro) o instrumentado (episiotomía) es común en el parto.

Episiotomía - Definición de la RAE: f. Med. Incisión quirúrgica en la vulva que se practica en ciertos partos para facilitar la salida del feto y evitar desgarros en el perineo

Episiotomía - origen:

• Antes del siglo XVIII, la información escrita que se conserva habla de protección del suelo pélvico, pero no es hasta el 1742 que encontramos la primera mención escrita a este procedimiento y no es hasta 1810 que aparece en la primera publicación médica. En ese momento, y a medida que el parto empieza a moverse desde casa (atendido por mujeres próximas o comadronas) al hospital (atendido por médicos) empieza a crecer la incidencia de la episiotomía.

• Desde 1940 hasta 1980, fue creciendo su popularidad con una incidencia que llegó hasta el 80%.

• Es a partir de 1980, cuando empiezan a cuestionarse los beneficios de la episotomia rutinaria y cuando se empieza a hacer investigación. Desde los años 90, cuando las primera investigaciones demuestran que el procedimiento no aporta ningún beneficio en parto sin complicaciones, su uso se ha reducido. 

• Sin embargo, España cuenta con un porcentaje de episiotomías del 43% y se sitúa como el octavo país con mayores tasas de los 29 países que recoge el informe European Perinatal Health Report.

Dejar indicadas vuestras preferencias en el plan de parto, puede ser muy útil para orientar a los profesionales que os atienden.

A pesar de que, como indica la OMS, la episiotomía no es un procedimiento necesario en partos normales sin complicaciones, existen situaciones donde el riesgo para la madre o el bebé pueden hacerla necesaria. Algunos factores que incrementan el riesgo de sufrir una episiotomía son:

• Un bebé de peso elevado

• Madres primerizas

• La edad avanzada de la madre

• Parto instrumentalizado

• Falta de acompañamiento durante el expulsivo

• Posición del bebé no cefálica

• Ante signos de sufrimientos fetal

• La inducción del parto

• El uso de epidural

A pesar de que no existe mucha investigación, tanto matronas como fisioterapeutas especializadas en suelo pélvico, están de acuerdo en que los siguientes factores reducen la incidencia y la gravedad de las lesiones:

• Preparación perineal: implica una valoración del estado del suelo pélvico durante el embarazo y recomendación que pueden incluir o no el masaje perineal

• Masaje perineal: ayuda a mejorar el tono y la elasticidad del periné, en caso de ser recomendado por un especialista

• Acompañamiento en la fase del expulsivo

• Formación de la madre para el parto: conocer de antemano las fases del parto y dejar por escrito las preferencias a nivel de intervención pueden ayudar

• El criterio del profesional durante el expulsivo

La piel perineal también debe cuidarse después del parto, sobretodo si se sienten molestias durante las relaciones sexuales. Una vez hayan curado las cicatrices del parto (si las hubiere) y quieras empezar a retomar la intimidad con tu pareja, el masaje perineal puede ayudarte tanto a nivel físico como a nivel relacional.

A nivel físico, estimular la zona, mantenerla hidratada y relajada puede ser esencial para recuperar tanto la flexibilidad de la piel como el tono muscular. Además, una zona cuidada evitará o disminuirá las molestias en las relaciones sexuales con penetración.

A nivel emocional, compartir momentos de contacto físico es importante para recobrar la intimidad, aunque las relaciones en principio no sean del todo satisfactorias o no se desarrollen de la manera que lo hacían antes del embarazo y del parto. Recobrar la normalidad es una cuestión de tiempo y paciencia.

Como hemos comentado, es recomendable que antes de empezar con el masaje perineal hables con tu matrona o tu fisioterapeuta para que te ofrezcan las recomendaciones necesarias.