Tengo pezones agrietados, ¿qué puedo hacer?
Los pezones agrietados es uno de los inconvenientes con los que se puede topar una madre lactante. Pero, ¿qué causa los pezones agrietados? ¿Cómo se pueden prevenir estas lesiones en los pezones? ¿Cuál es la mejor manera de tratar los pezones agrietados? ¿Existe alguna solución natural? Veamos.
¿Qué son los pezones agrietados?
Se denomina pezón agrietado al pezón con lesiones o heridas en el pezón o la areola. Estas laceraciones son muy dolorosas y pueden comprometer la continuidad de la lactancia.
Dar el pecho no debe, bajo ningún caso, doler. Tampoco debemos hacer un esfuerzo por acostumbrarnos al dolor, ni siquiera a una pequeña molestia. En este caso, el pezón agrietado, pese a no ser tan extraño, no debe tomarse como algo normal. Si tienes este tipo de lesiones debes buscar la causa para así darle solución al problema. Recuerda que la lactancia es un momento de bienestar tanto para el bebé como para la madre. Numerosas hormonas, como la prolactina y la oxitocina son segregadas durante el momento de la toma y dar el pecho es sinónimo de bienestar y no de dolor.
¿Cuáles son las causas de los pezones agrietados?
No, la lactancia no es la causante del pezón agrietado. De nuevo, los pezones agrietados, aunque común, no son una consecuencia normal de la lactancia. Sin embargo, una posición inadecuada, un mal agarre o la presencia de frenillo sublingual podrán provocar lesiones en los pezones de la madre.
En las tomas con una mala posición es habitual que el bebé agarre solo el pezón y lo apriete con las encías, entre la lengua y el paladar duro, o tire de él. Esto termina ocasionando la formación de heridas o llagas tras pocas tomas.
Por otro lado, el frenillo sublingual, que no es más que el frenillo corto haciendo que la lengua se encuentre sujeta al suelo de la boca, no deja realizar los movimientos necesarios para que el bebé pueda alimentarse de manera eficaz y sin comprometer el bienestar de la madre. Aún así, antes de intervenir el frenillo del bebé, hay que asegurarse de que esta es la causa de las lesiones, pues no todos bebés con frenillo sublingual presentan complicaciones a la hora de extraer la leche necesaria. Sería apropiado revisar si el bebé realiza la toma con boca bien abierta con los labios invertidos, la nariz y el mentón tocando el pecho, pegado a la madre y están alineados oreja-hombro-cadera del bebé.
En resumen:
Existen tres grandes causas que provocan pezones agrietados:
- Posición inadecuada.
- Mal agarre.
- Presencia de frenillo sublingual.
Hay que cerciorarse de que:
- El bebé realiza las tomas con la boca bien abierta.
- Su nariz toca el pecho.
- Su mentón toca el pecho.
- Está completamente pegado a la madre.
- Su oreja, hombro y cadera se encuentran alineados.
¿Cómo prevenir los pezones agrietados?
Los pezones agrietados suelen aparecer los primeros días de lactancia. Si eres madre lactante y ya has pasado la época de aprendizaje, enhorabuena, es muy poco probable que tus pezones se lesionen durante la lactancia. Sin embargo, si aún no has dado el pecho y ser madre lactante es la decisión que has tomado, hay recursos que puedes tener en cuenta para evitar los pezones agrietados.
- Acudir a una experta en lactancia (superconsejo: es el paso más importante y debe ser el primero)
- Reconocer un buen agarre.
- Evitar el uso de chupete y tetinas.
- No lavar los pechos después de cada toma.
- Usa discos adecuados.
Aunque la lactancia es instintiva, se han documentado los pilares básicos de esta para que no tengas que experimentar con prueba error con algo tan necesario como la alimentación de tu bebé y la integridad de tus pezones. Acudir a una experta en lactancia es de gran ayuda para prepararte en este nuevo terreno. Ella te ayudará a reconocer un buen agarre y a fomentarlo para que las tomas de tu bebé sean lo más seguras y satisfactorias para ambos. Evitar chupetes o tetinas también es fundamental. La succión que se ejerce en estos productos no es la misma que la que se ejerce en el pezón; tu bebé puede malacostumbrarse y acabar dañando tus pezones. Por supuesto, la ducha diaria es obligatoria para mantener una buena higiene, pero eso bastará para lavar tus pezones. Lavarlos de más solo hará que se irriten. Las cremas no específicas solo harán que las glándulas que hidratan el pezón dejen de hacerlo y no queremos eso. Por último, discos no adecuados pueden irritar los pezones. Mejor usa unos de tela, suaves y reutilizables.
¿Cómo curar los pezones agrietados?
Curar los pezones agrietados resulta más sencillo de lo que parece. Si ya has conseguido solventar las causas que han provocado tus grietas, solo te queda mimar un poco más de lo habitual tu cuerpo para dejar tus pezones en el estado óptimo para las siguientes tomas. Tu cuerpo es sabio y se recuperará enseguida. Recuerda: ¡nada de dolor! Prueba con nuestra rutina en 3 pasos
- Después de cada toma, aplica un baño de pezón con sales del mar muerto
- Aplicar un bálsamo de pezón (si es natural mejor)
- Seca al aire
Los baños de pezón con sales enriquecidas ayudarán a la curación de las grietas. Una cucharadita de sales en un vaso con agua templada bastará para aplicar en el pezón. También puedes hacerlo con ayuda de un irrigador. ¿Y después? Secar al aire.
Una vez seco lo ideal sería aplicar un bálsamo nutritivo con propiedades calmantes y regenerantes. Nuestro favorito, con aceites de almendra, oliva, jojoba y aguacate; extracto de caléndula, de centella asiática y manzanilla. Sin lanolina y sin perfumes. Una joya, porque no solo puedes aplicarlo tras la rutina de curación, sino cuando lo desees, incluso antes de la toma. Además, es vegano.